12 de julio, día de la Justicia Gratuita.

En el Día de la Justicia Gratuita y del Turno de Oficio, el Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla quiere transmitir su reconocimiento, admiración y agradecimiento a la labor cotidiana y silenciosa de los/as 2.137 profesionales de la Abogacía sevillana que, día a día, hacen posible, con la máxima solvencia, el derecho a la defensa y a un proceso con todas las garantías.

La Abogacía de oficio la constituyen profesionales que en cumplimiento del derecho fundamental proclamado en el artículo 119 de la Constitución, garantizan la asistencia jurídica y defensa de aquellos ciudadanos que carecen de recursos para litigar, lo que se lleva a cabo a través del denominado Turno de Oficio, servicio público ofrecido de forma voluntaria por la Abogacía y que garantiza una defensa jurídica del máximo rigor técnico.

Este sistema funciona gracias a los desvelos, esfuerzo y trabajo desarrollado por los abogados y abogadas de oficio, quienes se encuentran al pie del cañón 365 días al año, 7 días a la semana y 24 horas al día, dispuestos a desplegar su generosidad y solidaridad con las personas que carecen de recursos económicos para costearse un abogado.

La Abogacía de Oficio la constituyen profesionales que en cumplimiento del derecho fundamental proclamado en el artículo 119 de la Constitución, garantizan la asistencia jurídica y defensa de la ciudadanía que carece de recursos para litigar, lo que se lleva a cabo a través del denominado Turno de Oficio, servicio público ofrecido de forma voluntaria por la Abogacía y que garantiza una defensa jurídica del máximo rigor técnico.

En este día también desde el Icas queremos manifestar que no vamos a cejar en la lucha y la reivindicación de la mejora de las condiciones en la que prestan su asesoramiento los letrados y letrados del turno de oficio, tras seis meses de entrada en vigor de la nueva Orden de Baremos del Turno de Oficio, estamos elaborando con la ayuda de todos los colegiados y colegiadas una propuesta de mejora de aquellos aspectos que plantean más dificultades a la hora de su aplicación. Y desde la institución continuaremos trabajando para reivindicar una mejora de las indemnizaciones que reciben las personas letradas del turno de oficio.

Para reconocer el valor de esta nuestra Abogacía de oficio basta con hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué ocurriría si no hubiera justicia gratuita y, en consecuencia, abogados de oficio? Pues, sencillamente, viviríamos en una sociedad menos justa, desigual y en la que quedarían enmudecidos miles de ciudadanos, quienes no podrían postular sus derechos por razones puramente económicas. Triste panorama…

La Abogacía de oficio es una garantía del funcionamiento de nuestro Estado de Derecho.